Échale cera a #fantasíaparadummies
Capítulo 835: Yo sé.
El correo ha sido históricamente un servicio fundamental para los estados complejos. La transmisión de órdenes, impuestos, mensajes privados, normativa, cultura... Todo ello dependía de la correspondencia.
Para asegurar las comunicaciones se optó por el uso de ciertos elementos, como los sellos.
El mundo de los sellos tanto para la correspondencia, como elemento para la firma de documentos era clave para legitimar el origen del documento.
El sello, cuando tenía funciones legales, no era únicamente de origen real, sino también nobiliario. Hay que tener en cuenta que la atomización del poder convertía en muchas zonas al señor en máxima autoridad judicial del territorio. Y por ello, el sello de ese poder nobiliario tenía más relevancia que el real en ese espacio.
Dentro de los sellos reales hay unos considerados mayores y otros menores en relación a su relevancia legal. Los sellos mayores solían ser gestionados por el chachiller o sus equivalentes. A fin de cuentas, la chancillería supone el tribunal de última instancia del reino.
El uso del lacrado para las cartas y los sellados para los documentos no solventaba totalmente el fraude. Sin embargo, se solían hacer copias de los documentos legales para tener posibilidad de comprobar su veracidad.
Como siempre, podemos usar la #fantasía para solventar alguno de esos problemas. Un elemento interesante es el sello mágico. Las vertientes más lógicas son las que solventan el problema de la seguridad y el de la imitabilidad.
Un sello mágico suele ser fundamental para gentes que usan magia en diversas ambientaciones. Aunque vistos los problemas que existen, se podrían generalizar para otro tipo de usuarios como la administración.
Sí, ya sé que un sellado real mágico sobre una disposición que certifica los fueros de una villa suena poco glamouroso; pero es útil, lógico y seguro.
Es más, podríamos establecer toda una serie de magia administrativa. Una burocracia que use tintas mágicas, que sepa crear diversos tipos de sellos, que pueda sellar misivas e incluso enviarlas a grandes distancias con su magia.
Claro, no es lanzar bolas de fuego. Sin embargo, en un mundo donde ese tipo de magia es posible, resulta coherente.
Y es que a veces la coherencia en lo mágico es lo único que nos hace falta para que una ambientación brille un poco.
Cuídense.